Autoridad Marítima presentó los resultados del Estudio Ambiental de la Bahía de Antofagasta

La Dirección de Intereses Marítimos y Medio Ambiente Acuático, a través de su Programa de Observación del Ambiente Litoral (POAL), presentó los resultados del Estudio Ambiental de la Bahía de Antofagasta, documento que reúne más de tres décadas de información científica continua sobre el estado del medio marino en dicho lugar.

Este estudio integra y analiza más de 10.000 datos ambientales, recopilados sistemáticamente desde 1993 en estaciones de muestreo distribuidas a lo largo de la bahía. Para esta versión, toda la base histórica fue depurada, normalizada y estandarizada, permitiendo obtener indicadores confiables, comparables en el tiempo y representativos de la condición ambiental actual, entregando información útil para toda la comunidad.

Directemar ejecuta este programa desde hace más de 30 años, con la finalidad de proteger el medio ambiente acuático, fiscalizar las actividades del borde costero y disponer de información científica que respalde la gestión marítima del país.

Hoy, el POAL constituye la base de información ambiental marina más extensa y continua, mantenida por un organismo público en Chile y un insumo clave para evaluar tendencias, riesgos y oportunidades de conservación.

El estudio presentado para la Bahía de Antofagasta incluye análisis detallados de:

• Parámetros físico–químicos del agua (oxígeno disuelto, nutrientes, turbidez, clorofila, pH, salinidad).
• Contaminantes en sedimento (metales pesados y elementos traza).
• Componentes biológicos (comunidades bentónicas y pelágicas).
• Índices de calidad ambiental, construidos a partir de parámetros normalizados para facilitar la comprensión de tendencias.
• Comparaciones temporales de más de 30 años, permitiendo evaluar procesos ecológicos y oceanográficos relevantes.

Gracias al proceso de depuración y estandarización de la base de datos histórica, el informe logra integrar información que antes estaba dispersa o con criterios metodológicos distintos. El resultado es una evaluación robusta, comparable y científicamente válida.

Entre las conclusiones destacadas del informe se encuentran:

• La calidad ambiental general de la bahía muestra estabilidad en la mayoría de sus parámetros, manteniéndose dentro de rangos esperados para un ecosistema costero sometido a múltiples presiones antrópicas.
• No se observan tendencias sostenidas de deterioro en los indicadores clave de la columna de agua.
• En sedimentos, ciertos metales presentan variabilidad espacial, con algunos sectores más expuestos debido a aportes históricos y actividades cercanas al borde costero.
• Los índices integrados de calidad ambiental muestran que la condición ecológica es compatible con el funcionamiento natural del ecosistema, aunque se recomienda mantener el monitoreo continuo para detectar tempranamente cualquier cambio.

La conclusión general del documento subraya que el monitoreo permanente es esencial para la protección ambiental, ya que permite identificar tendencias, orientar medidas preventivas y respaldar decisiones basadas en evidencia.

Este informe no solo entrega información científica, sino que constituye una herramienta estratégica para:

• Planificación municipal y regional del borde costero,
• Gestión ambiental y fiscalización,
• Evaluación de impactos de proyectos marinos,
• Educación ambiental y transparencia hacia la ciudadanía,
• Investigación oceanográfica y universitaria.

Finalmente, Directemar reafirma su compromiso con la conservación del medio ambiente marino, la transparencia en el acceso a la información y el fortalecimiento del conocimiento científico en beneficio del país.