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En la actualidad, es mundialmente reconocido el rol del agua de lastre y los sedimentos de los buques en el transporte e introducción de especies fuera de sus rangos naturales de distribución. Con frecuencia, dichas introducciones involucran organismos acuáticos perjudiciales y agentes patógenos los cuales pueden generar efectos negativos en las áreas receptoras, incluyendo daños a las especies nativas, el ambiente, la biodiversidad, la economía y la salud humana. El Convenio Internacional para el Control y Gestión del Agua de Lastre y los Sedimentos (Convenio BWM) entrará en vigor el 8 de septiembre de 2017, lo cual marca un hito hacia la prevención de la propagación de especies acuáticas invasoras. Bajo los términos del Convenio, se requerirá que las naves realicen la gestión del agua de lastre para eliminar, neutralizar, o evitar la toma o la descarga de los organismos acuáticos y agentes patógenos en el agua de lastre y los sedimentos. |
El Comité para la Protección del Medio Marino (MEPC, por sus siglas en español) acordó un plan de implantación práctico para que los buques cumplan con el Convenio BWM, que tiene como objetivo detener la transferencia de especies potencialmente invasoras en el agua de lastre de los buques. |
A partir de la fecha de entrada en vigor, los buques deberán gestionar su agua de lastre a fin de evitar la transferencia de especies potencialmente invasivas. Todos los buques deberán contar con un plan de gestión del agua de lastre y mantener un libro de registro sobre lo que hacen con ella. Los buques deberán gestionar su agua de lastre para cumplir las denominadas norma D-1 y norma D-2. |
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La norma D-1 exige que los buques lleven a cabo el intercambio del agua de lastre de manera que como mínimo el 95% del volumen se intercambie lejos de la costa, donde se liberaría finalmente. La norma D-2 prescribe que la gestión del agua de lastre restringa a un máximo especificado la cantidad de organismos viables permitidos que se van a descargar, así como limite la descarga de determinados microbios indicadores perjudiciales para la salud humana. |